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La dificultad de docencia en los paises emergentes

Dic
08 2016

Hace ya unos diez años tuve la ocasión de tener una reunión entre el director del Hospital de Praia de Cabo Verde y el representante de Cooperación Española. La intención era presentarles el proyecto que ya habíamos comenzado en el marco de una pequeña ONG, Canarias Sahel, y que teníamos la intención de ampliar en un futuro. Tras la exposición del mismo, la respuesta fue que nuestro proyecto necesitaba una cantidad superior, un cero más, para que pudiera ser contemplado. Tanto es así, que el director del Hospital incluso recriminó al representante que los países desarrollados abandonan la cooperación en cuanto los otros empiezan a despuntar.

Esta anécdota viene a ilustrar la dificultad de desarrollar cooperación en países emergentes. No obstante hay otras particularidades. En una época en que la globalización es la tónica y la comunicación es inmediata, es frecuente encontrar a quien quiere a toda costa aprender y quedarse en Europa más que permanecer en su país con pocas posibilidades de migración. En el caso que la docencia se establezca en el marco de la cooperación europea, es difícil garantizar que los esfuerzos económicos del país emergente sean luego correspondidos con la adquisición de un profesional competente en el propio país.

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Operando con algo de público. Senegal, Diciembre 2016

Sin riesgo de generalizar, en África, es habitual dejar en manos del destino el acontecer cotidiano; la expresión Insha’Allah -Dios proveerá- no solo es una forma de vida sino una aceptación del porvenir que encierra una filosofía difícil de entender por la mentalidad europea. No obstante lo que consideramos lógico esfuerzo en una parte del mundo, no siempre es el acicate para que los de latitudes meridionales ejerzan lo esperado. Es decir, propuestas aceptables en el sentido de la lógica del aprendizaje pueden verse truncadas por unas razones a veces tan sencillas como la boda de un familiar, no tan cercano.

El famoso anuncio de cooperación de los años 80 en que se instaba a enseñar pescar en lugar de regalar peces está lleno de lógica. No obstante, son muchos los misioneros que no se pueden plantear la lógica docente o bien la excelencia de lo que debería ser. En lugar de ello se tienen que conformar con los escasos medios a su disposición o bien en la aceptación de una comunidad que es ajena y no entiende otra cosa que el hombre blanco está ahí porque Allah lo ha enviado y tiene la obligación de ayudar, dar y, en cierto modo, dejarse timar.

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Sala de espera, Senegal, Diciembre 2016

La suma de estas reflexiones a las que, sin duda, se añade el exceso de burocracia y la lentitud en la toma de decisiones a veces obvias, hace que el planteamiento docente deba estar muy bien establecido y requiera dosis de paciencia, de comprensión y, en suma, capacidad de continua improvisación.

Diversos proyectos han conseguido cuantiosos recursos, incluso construyendo hospitales, pero, en ocasiones, estos mismos hospitales no han podido ser gestionados desde la eficacia y se han convertido en fuente de gasto para el  propio gobierno o bien lugares en los que se acaba ofreciendo una medicina enfocada a los visitantes / turistas con excusas de lo más peregrino.

Nuestra labor docente ha sido presidida por estas ideas, se intenta enseñar nuestra especialidad a médicos titulados y la formación se ofrece en el país de origen. También acceden a nuestras instalaciones en otro corto periodo. Ayudamos, eso sí, pero sabiendo que nuestros esfuerzos nunca darán el fruto que habíamos imaginado, pero no dejaremos de dar y compartir pues, de forma egoísta ello nos reporta muchos más.